Un Erasmus o cualquier intercambio académico sea internacional o no, va más allá de lo que cualquier persona que no lo haya vivido o experimentado en sus carnes pueda imaginar. No se trata solo fiesta y descontrol como muchas personas se piensan, además de ello es un periodo de crear nuevas relaciones, permite conocerse a uno mismo. Hay innumerables factores que hacen que tus hábitos y forma de pensar evolucionen, y no solo en el periodo de tiempo que dura, sino que hace de transición para convertirte en una persona totalmente diferente y más completa en todos los aspectos de la vida.

Nueva nacionalidad

Sin duda, la elección de un determinado país será uno de los factores que influirá de una manera determinante a lo largo de tu vida.

Todo será nuevo para ti, el idioma, las costumbres, la gastronomía, los ideales de una población totalmente diferente a la de tu país natal. La constante curiosidad que despertarán en ti estas nuevas sensaciones, así como tu afán por aprender y habituarte a ellas, serán de vital importancia a lo largo de tu vida, ya que cambiará en cierta medida tu manera de pensar. Te convertirás en una persona mucho más predispuesta al cambio.

Una vez tu intercambio haya terminado sentirás que perteneces a ese lugar, ya que aunque el tiempo transcurrido haya sido insignificante comparado con toda tu vida, esa experiencia única hará que te sientas un ciudadano más.

Aprenderás idiomas

Adquirirás un nivel básico del idioma de tu nuevo país, aunque no vuelvas siendo bilingüe, al menos sabrás pedir el pan en un supermercado o preguntar cuanto cuesta algo. También aprenderás muchas palabras y expresiones de las distintas nacionalidades con las que acabarás compartiendo tiempo en tu Erasmus. Desde el “obrigada” Portugués al “dziękuję” Polaco ( ambas palabras significan gracias).

El inglés, probablemente, será el idioma con el que te comuniques con el resto de estudiantes y de la población por lo que adquirirás una soltura y un desparpajo con el que antes no contabas.

Nueva familia

Las personas que conocerás en tu nueva vida se convertirán en tu familia, serán tu apoyo, aquellos con los que compartirás uno de los momentos más magníficos de tu vida y vivencias en las que todo el mundo va con el mismo objetivo, formarse y disfrutar. Por ello, los vínculos creados, durarán toda la vida. Además, te llevarás amistades de otras nacionalidades, que te aportarán cosas distintas a lo que estás acostumbrado, y eso lo hace muy especial y enriquecedor.

Otra de las ventajas, es que tendrás un hogar en distintos puntos del planeta y de tu propio país. El período tras esta experiencia es difícil, pero algo bueno que tiene es que intentarás ver a tu nueva “familia” lo más frecuentemente posible. Sus casas se convertirán en pequeños hoteles improvisados para acogerte.

Viajarás como nunca antes lo has hecho

Si algo caracteriza a esta experiencia, es la facilidad para realizar viajes. El tiempo del que dispondrás para realizarlos, así como las distintas rutas e itinerarios baratos que no están disponibles en tu país de nacimiento, hacen que viajar durante este periodo sea una constante y una motivación. Además, la gente que conocerás estará igual de predispuesta que tu para realizar estas aventuras.

Viajar, viajar y viajar. A pesar de estar días completos viajando, lo que te va a llegar a aportar todos los destinos visitados junto a tu nueva familia, hará que esas largas noches de tren, autobús o coche se queden en una experiencia más de esta inolvidable aventura. 

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Valorarás más lo que dejaste en tu país

Aunque tendréis la mente ocupada con tantas sensaciones encontradas, aprenderéis a echar de menos vuestra antigua vida y a valorar desde otra perspectiva lo que “dejastéis atrás”.

Esto os pasará con vuestra familia y amigos, con los que hablaréis menos de lo que deberíais, pero con los que cada conversación provocará en vuestro interior un sentimiento agridulce. Pensaréis: “los tengo ahí, pero están tan lejos”. De vez en cuando echareís de menos un abrazo de uno de vuestros seres queridos, y aunque pueda parecer una sensación negativa, es todo lo contrario, valorareis lo que tenéis aún más.

Uno de los puntos en común en los que todos los estudiantes que salen al extranjero coinciden a la hora de echar de menos, es la gastronomía, esto no significa que la gastronomía de la nueva ciudad sea mala, pero al estar acostumbrado a vuestra comida de toda la vida los platos que antes considerabais repetitivos o cansinos, los veréis como un manjar. Algo similar pasa con el clima.

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Mayor independencia

Para muchos, esta época es el primer contacto con la vida independiente. En ella aprenderás a valerte por ti mismo sin depender de nadie absolutamente, a llevar un presupuesto mensual o semanal que te permita sacar adelante todo lo que necesites, a estar alejado de aquellas personas que suelen proporcionarte ayuda, a hacer la compra sin tirar la casa por la ventana, a cocinar diariamente, a llevar el peso completo de las labores domésticas, todo ello en un nuevo país, ¿todo un reto no?

En definitiva, madurarás bastante en esta experiencia, ya que no es solo irte a vivir de manera independiente, si no que, además, lo haces en un sitio totalmente nuevo.

Mayor empleabilidad

Muchos estudios defienden desde bastantes años atrás, que toda persona que haya participado en algún programa de intercambio a nivel internacional tendrá muchas más oportunidades de encontrar trabajo en comparación a una persona que no.

Además de aportarte esta mejora con respecto a tu competencia personal te aportará muchos conocimientos a nivel general de distintos países y aspectos a nivel social y burocrático, que podrán servirte para un futuro a la hora de entrar en el mercado laboral.

Aumentará tu confianza

Cuando se dice que esta experiencia cambia a una persona es por algo. Todo lo vivido en tu experiencia será muy beneficioso para tu confianza en ti mismo

  • Darte cuenta de tu capacidad para enfrentarte a nuevas situaciones y adversidades.
  • Aprender nuevos idiomas.
  • Integrarte en una nueva sociedad que conocías poco o nada.
  • Valerte por ti mismo.
  • Verte lejos de tu gente.

Con lo anterior aumentará tu confianza, autoestima y te tendrás valor para tomar decisiones arriesgadas en un futuro.

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